Clamidias

miércoles, 10 de octubre de 2007

Chlamydia trachomatis es un microorganismo intracelular obligado que infecta las células epiteliales columnares. El contacto con el cervix uterino infectado con la bacteria origina infección uretral que, aunque localizada en la superficie epitelial, puede extenderse a lo largo de la uretra y producir epididimitis aguda.

ETIOPATOGENIA

Aunque la Chlamydia trachomatis es un microorganismo que se clasifica como bacteria, contiene tanto DNA como RNA, se divide por fisión binaria y sólo crece dentro de las células, como lo hacen los virus. Las clamidias producen una amplia gama de síndromes clínicos; algunos de ellos se asocian con complicaciones importantes, especialmente en las mujeres. Muchas infecciones son asintomáticas. (Cuadro No. 1).

Cuadro No. 1

Síndromes asociados con Chlamydia trachomatis

Uretritis
Cervicitis
Enfermedad inflamatoria pélvica
Epididimitis
Proctitis

Habitualmente la infección por clamidias se asocia con un período de incubación más largo (5-21 días) y con una sintomatología más leve que las infecciones por Neisseria gonorrhoeae. Como la mayor parte de los serotipos de C. trachomatis atacan sólo a las células epiteliales cilíndricas, los signos y síntomas que produce tienden a localizarse en la zona infectada sin invasión tisular profunda.
Ver tabla
DIAGNOSTICO

Está bien establecida la importancia de las complicaciones de las infecciones por clamidias. A pesar que cada día se dispone de más pruebas de laboratorio para detectar el germen, el diagnóstico y tratamiento de estas infecciones se basan frecuentemente en el síndrome y criterios clínicos en mujeres sexualmente activas.

CERVICITIS

La C. trachomatis es muchas veces el agente causal de cervicitis en mujeres jóvenes con numerosos compañeros sexuales, de estado socioeconómico bajo y que consumen contraceptivos orales. Característicamente la infección del cuello uterino por clamidias produce un flujo mucopurulento y el cuello se presenta inflamado e hipertrófico (cervicitis mucopurulenta). La infección puede ser asintomática hasta en 15% de las mujeres no embarazadas sexualmente activas.

El método empleado más a menudo para la identificación del microorganismo es la prueba directa de anticuerpo monoclonal conjugado con fluorescencia cuya sensibilidad es del 92% y la especificidad del 98%. Así mismo son útiles las pruebas como ELISA.

SALPINGITIS

La complicación primaria de la infección cervical por C. trachomatis es la salpingitis que tiene inicio insidioso, produce síntomas mínimos y permite una permanencia prolongada del germen a nivel de las trompas.

SINDROME DE FITZ- HUGH-CURTIS

En las mujeres con edades comprendidas entre los 20 y 30 años de edad se presenta un cuadro consistente en un dolor pleurítico en la parte alta del abdomen (habitualmente en el lado derecho) que a menudo se acompaña de signos y síntomas de enfermedad inflamatoria pélvica. Es una causa frecuente de dolor que obliga a consultar en el servicio de urgencias. El cultivo cervical es positivo la mayoría de las veces.

TRATAMIENTO

La mayor parte de las infecciones por clamidias no complicadas responde a la administración de tetraciclina en dosis de 500 mg por vía oral cuatro veces al día por 7-8 días, o bien doxiciclina 100 mg por vía oral dos veces al día por 7 días.

Cuando la tetraciclina está contraindicada o bien no es tolerada por el paciente, un régimen alternativo es la eritromicina base o en forma de estearato en dosis de 500 mg por vía oral, cuatro veces al día, durante 7 días.

El tratamiento de síndrome de Fitz-Hugh-Curtis es el mismo que el de la enfermedad pélvica inflamatoria (ver guía Enfermedad Pélvica Inflamatoria).

Los índices de curación con tetraciclina o eritromicina en infecciones no complicadas son del 95%, de forma que únicamente se recomienda la realización de seguimiento cuando los síntomas persisten o recidivan, o bien cuando se sospecha una mala respuesta del paciente al tratamiento.

LECTURAS RECOMENDADAS

1. Díaz F. Vaginosis bacteriana. Iatreia 4:44, 1991
2. Trujillo Soto H. Infecciones por Chlamydia trachomatis. Med UIS 2:196, 1988
3. Urbina D, Pulido A. Infección genital por Chlamydia trachomatis en dos grupos de mujeres en Cartagena. Iatreia 5:103, 1992
4. Weber JT, Johnson RE. New treatments for Chlamydia trachomatis genital infection. Clin Infect Dis 1:566, 1995
5. Weinstock H, Dean D, Bolan G. Chlamydia trachomatis infections. Infect Dis Clin North Am 8:797, 1994

Datos personales